domingo, 22 de abril de 2007

Nuevos pedales y buena compañía.

Llevaba ya parado 10 días y esta semana he empezado de nuevo.El viernes nadé sin cansarme unos 1700. Lo dejé porque había quedado para jugar al padle.

Se acercan los fines de semana de mayo y junio, en los que me tendré que encerrar por las alergias.

Así que este lo he aprovechado.
Auque el fin de semana estaría seguro nublado y con lluvia, decidí ir a la playa.
El sábado después de comer monté los nuevos pedales en la bici. Nuevos pedales automáticos.
Como soy muy cabezón me resistía a sustituir los rastrales, tradicionales por lo que usa casi todo el mundo, los automáticos.
Estuvo lloviznando toda la tarde, pero después de montar los pedales, decidí ir a correr, ya que la temperatura era buena.
Salí por el camino de siempre, pero esta vez estaba desierto. El tiempo disuadía a la gente de salir de sus casas, y además muchas de esas casas están vacías cuando como hoy, el tiempo no invitaba a ir a la playa.
Las calle sola en silencio solo con el sonido de mi respiración y mi trote, chapoteando en la humedad sucia del asfalto.El silencio de los días de lluvia se parecen al eco de una habitación sin muebles.Se siente uno mas solo que nunca, o visto de otra forma, mas cerca de ti mismo que en ningún otro momento.
En aquel silencio, me sorprende, la música que llega del club. Se debe estar celebrando algo. ¿una boda?. Fuera del edificio nada indica que haya vida en él.Salvo la música.

Las gotas de agua minúsculas, con una lenta cadencia se ocupan una a una, constantemente, en la tarea de mojarme poco a poco. La cara, la camiseta.

Subo la cuesta para tomar el paseo que bordea la costa, junto a las pequeñas calitas, hoy desiertas.
Paso junto a grupo de tordos que andan por el suelo, como fastidiados por la lluvía. Ni se molestan en volar. No debe ser fácil volar un día como hoy.Y seguidamente a apenas 3 metros una pareja de conejos, que me ignoran completamente, y cuando paso junto a ellos corriendo, no es solo ya que no huyan, sino que ni miran.Como si el silencio de este día de lluvía los hubiera dejado sordos. Sordos y ciegos.
Sigo corriendo. Suave. Por la cuesta arriba, por la calle sola.


Desde lo alto veo el Puerto deportivo, la Bahía entera, la playita.Sigo corriendo. Cuando llego al puerto si veo a algunas personas, pocas, tomando un café, o un helado.
Cerca del faro, descubro atracado un navío, que acaba por dar la última pincelada de misterio a este día de lluvía.Una réplica de uno de los barcos de colón. Es impresionante, alto y redondeado de oscura madera que se curva en torno al mastil formando un alto casco, como si fuera barro moldeado en un torno, por un hábil gigante.El barco como todo el paisaje hoy está solo y silencioso.
Junto a él, como si se tratara de hacer notar maliciosamente la diferencia de siglos, está un trimarán enorme, con la publicidad de la compañía Groupama.Su palo es larguísimo. Seguro mas de 20 metros. Uno de esos que se dedica a batir records de velocidad.

Regreso, por el mismo camino. La pareja de conejos sigue en la misma zona, con la misma indolente actitud cuando paso junto a ellos.El último tramo lo corro por la playa.
En total apenas 45 minutos suaves, que mañana quiero coger la bici.


Y así hago hoy domingo. Aunque se levanta cubierto, ya no llueve, y decido probar los pedales nuevos.
Tengo que reconocer que es mas confortable, la pedalada mas "redonda", y sospecho que mas eficiente.
Hay menos viento que las últimas veces. Voy muy cómodo. Hago pruebas con el cambio. Hoy pruebo a ir con mas revoluciones.
Después de 40 Km de rodar, baño en el agua helada. Templa todos los músculos que hervían después de mas de una hora de quemar energía. De nuevo llovizna. Un grupo de gaviotas tiene montada su fiesta a unos 20 metros. Nado hacia allá y una gran gaviota blanca se aparta de las demás para recibirme a gritos, trazando circulos sobre mi, mientras las demás siguen a su rollo, a su pesca.

Por la tarde, sale el sol, y dejo que me caliente durante toda la tarde, mientras termino un magnifico libro. Uno de esos que gusta tanto, que uno no quiere que acabe nunca.

Y vuelvo Sevilla encantado de haber pasado tan buen fin de semana en mi propia compañía.

miércoles, 4 de abril de 2007

Hola a todos,

Sobre mis entrenamientos, estoy bajando poco a poco. He llegado a estar bastante bien.
Pero ahora es cuando tenía planeada una pequeña parada. Así que la última semana he hecho poquita cosa.

La mayoría de los que leeis esto, sabeis bien de que os hablo, cuando digo que el segmento de natación de un triatlón puede ser Agobiante, Estresante, incómodo.
Los que sois ajenos al triatlón, pensar, que si el agua nos incómoda a cualquiera, nos genera ansiedad por no ser nuestro medio natural, imaginar si encima, estais rodeados de gente, y con prisa, porque competís.

Si eso es así en un tri sprint con 150 triatletas, imaginar en un ironman.
Bueno no lo imagineis, pinchar en el enlace que os propongo del ironman de hawai del año pasado. Mirar las imágenes de la salida de la natación ¡La leche!