viernes, 22 de mayo de 2015

XIX Triatlon de Sevilla, el de la tranquilidad


Pues después de un invierno sin entrenar, y una primavera intermitente, la verdad empezaba a dudar que me fuera a sentir de nuevo triatleta.
El año viene intenso, muy intenso, en las cosas prioritarias  (y desmintiendo a Fito, esta vez lo urgente es lo importante ).

Luego la dinámica esa de que cuando no puedo entrenar, porque no puedo, y cuando es posible porque ya no me apetece y este desastre no hay ya quien lo arregle… pues eso, que me ha costado arrancar.
Finalmente junté un puñado de semanas redentoras que me dejaron con suficiente forma para afrontar un Triatlón Olímpico.
Haciendo trampas corriendo un poco sobre el agua en la Natación



Si. Un triatlón Olímpico. Y que difícil es contentarse con eso, cuando se te ha metido en la cabeza la obsesión de la Larga distancia.
Y va uno se apunta a un olímpico, y ni siquiera siente tener garantías de acabarlo. Un olímpico y con dudas. Una cura de humildad también.
Porque para mucha gente venida de toda España a hacer este magnifico triatlón, esto es un desafío que justifica su viaje y mucho entrenamiento. Y no digamos para los que aun hacen sprint, y sueñan con algún día hacer el olímpico.
La perceptiva se pierde con facilidad.

Así que con la serenidad de quien no aspira a mejorar ningún tiempo, ni adelantar a ningún conocido, ni nada, me fui a hacer el Triatlón de Sevilla el domingo pasado.
Con esa misma serenidad disfruté de la natación, una de las mejores que he hecho.
Vi mucha aglomeración donde me suelo colocar, así que cambié y mano de santo.
Disfrutando del 1500 como nunca.

Transición bastante rápida, aunque el compañero de boxes me tirara la bici al salir, ya que no le bastó con ocupar mi zona con sus cosas antes de la salida. Pero a mi  no me iba a alterar nada ese día.

Todo bien. Tranquilidad 
Salí acompañado de un buen puñado de triatletas, y nos confundimos con algunos de la primera salida, con los que formamos un buen grupo. Y los

Yo consciente de lo cortito que iba de forma, me refugié en el grupo, y cuando menguó al completar los 40 kms los de la primera salida, me concentré en no perderle la rueda a los que nos quedamos, unos 10.

El circuito este año es nuevo. Mas seguro en algunos aspectos, pero encontré demasiados baches en algunas zonas, y una curva complicada después de un badén, que provocó una  caída al que me precedía, creo que sin consecuencias importantes.
Me fui con intranquilidad pero no parecía haber caído muy mal, y había voluntarios por la zona.

Del grupo tiraban sobre todo dos, y los demás nos aprovechábamos, la injusticia de permitir el drafting,  pero cada uno sabe lo que tiene para dar, y la verdad yo ya tenía bastante con que no se me fueran en los arreones.
Aun así en los últimos 15 km cuando me pareció que acusaban el cansancio los de delante, y bajaba el ritmo, pasé al relevo unas cuantas veces, y así de paso tranquilizaba la mala conciencia que se nos pone a los triatletas “de larga” cuando chupamos rueda.
Al final se fue descolgando gente y llegamos solo 4 a la transición. Por lo visto hice la bici en 1h 07, que para mi es como volar bajito.

Transición super rápida, (al final aprendo), y a correr.
De nuevo aquí entró en juego la serenidad de quien no busca mas que cruzar la meta, no compite ni contra un crono ni contra otros triatletas.
Con la cabeza y frialdad que yo habitualmente no tengo en las pruebas, tomé referencias en los kms y puse un ritmo asequible, entrenado y probado. Me refresqué en los avituallamientos, y escuché mi cuerpo como no suelo, para evitar freírme.
Y el resultado fue que todo fue bien.
Que sin haber corrido ningún día de este año 2015 mas de 8 km, me las arregle, para hacer un tiempo en Meta igual que el año pasado, y una clasificación aun mejor.

¿Y como se explica eso estando en peor forma?
1-Que se compite mejor cuando solo se hace contra uno mismo.
2- Que la experiencia es un grado y uno sabe mas por viejo que por diablo. (Mi primer tri post 40 tacos).
3- Que ser realista con tus capacidades (esto traducido es lo que se ha entrenado)  permite dar el máximo.
4- Y ¡Que narices!, que el drafting es injusto y me benefició.

Queda inagurado para mi el triatlón 2015. Habrá más. No se aun, pero el run-run está  ya ahí dentro. En la cabeza.
Acabará tomando forma de dorsal....



PD: Lástima de perderme por despistado, las fotos de mis Camaleones, que como siempre participaron masivamente en el triatlón de su ciudad.