sábado, 17 de noviembre de 2007

Papá Pitufo.

El otro día vi algo en apariencia inocuo, que me generó una gran inquietud.

En una peluquería cerca de donde vivo, habían colocado en el exterior, imagino que para preservar la paz del interior, uno de esos cacharritos para echar un euro, montar al niño inquieto, y que la máquina lo menee durante un tiempo.
De este modo se distrae al niño, y se le recluye durante un par de minutos carísimos en una celda sin muros ni rejas de un metro cuadrado.

Pues el otro día, había un típico “niño trasto” meneado por el artefacto. El niño que ya se montó enojado, rompió en un ataque de lloros y mal genio cuado se vio, primero expulsado del lado de su amantísima madre más allá de las fronteras del establecimiento, y después repatriado en un cayuco de metro y medio de eslora, patroneado por Papá Pitufo.

Mientras su madre negociaba con la autoridad local el tinte de su pelo, él era expulsado con la connivencia de su padre y embarcado en aquella cáscara de nuez.

Se habla entre las virtudes de los niños de su poderoso instinto, ese del que están llenos al nacer, y que se vacía y pierde en la medida que se sustituye por la racionalidad y por lo aprendido.
Ese instinto que le llena de miedos ancestrales, que no son otra cosa que aviso de peligros reales, invisibles a los ojos de los adultos. Porque realmente el chico tiene motivos para tener miedo.

En una diminuta embarcación, de un material sospechosamente pesado, se dirige a quien sabe donde, en mitad de una importante marejada, y acompañado por un tipo azul semidesnudo que le mira desde la proa con rostro petrificado e inquietante sonrisa.

Lo que mas miedo da al ser humano es lo que no entiende. Y el niño no entiende porque sonríe Papa Pitufo, ni porque se carcajea su padre. ¿Es que nadie ve el peligro?

El crío meneado de babor a estribor tiene delante al tipo azul sonriendo, y cuando dirige sus ojos llenos de lágrimas arriba ve, largo como un personaje del Greco a su padre riéndose. Es que da miedo. Claro que da miedo.

Qué tipo de confianza ciega ha podido llevar a su padre a embarcarle con aquel completo desconocido de calzones rojos, que lo mira inmóvil, y le concede el timón sin darle una sola orden.
Aun concediendo que el niño haya oído hablar de los pitufos, el tema da susto porque salvo el Pitufo deportista, los demás no saben nadar.

¿Es porque se llama Papá?. La confianza la da su cargo entonces. ¿Ser Papa Pitufo supone que sepa lo que hace?
Es absurdo. Su padre confía a su propio hijo a las manos de un personaje que ha sido un brillante Jefe de Aldea, un notable Gestor de los problemas del Bosque, y brillante estratega en la guerrilla frente a Gárgamel, pero que por la inercia de su brillante carrera profesional, se ha encontrado de pronto elevado a un puesto para el que es absolutamente incompetente. Capitán de barco y no sabe de barcos, no sabe ni nadar, y sonríe por puro instinto político de conservación en la confianza de que el crío no la cague con el timón. Directos al Naufragio con una sonrisa.

Que ningún malintencionado crea que hablo de alguien de la política nacional, autonómica o local. Ni tampoco ningún dirigente extranjero.
En realidad al escribir esto pienso en la mayoría de ellos. Vale para muchos. Lo dejaría en unos puntos suspensivos que cada uno rellene con el nombre que quiera. ¿Vale?


PD. Después de escribir esto, alguien ha tranquilizado mi inquietud explicándome porqué sonríen siempre los pitufos………... porque la hierba alta les roza los huevecillos.

---------------------------------------
Entrenos.
Vuelta a la actividad. Poco a poco.

L – 6.5 Km trote suave.
M – 5 Km trote sueave + 20 min bici indoor (intenso)
X- NADA
J – 6.5 Km trote suave.
V – partidillo de padel.
S,D _ relax
………............................................………..……..

8 comentarios:

Dani_ironmandream dijo...

Mi pitufo hubiera llorado y luego me habría dado dos hostias por dejarle en manos de un tipo de colores...

Jesús dijo...

Ja, ja y con toda la razón. POndré una foto del artefacto para dar una idea de la crueldad con el pobre crío. A lo mejor soy un poco raro pero no soy el único al que los payasos le dan un poco de miedo.

Emilio dijo...

Bueno Jesus felicidades tambien, que ya lo he leido en el foro. Pues lo mismo que le dije a Gazapo te lo digo a ti, seguis cumpliendo años y sueños y eso hace que seais un gran ejemplo para los que somos un poco más jovenes (jajaja) y estamos con esta ilusión, un abrazo

robert mayoral dijo...

más que papa Pitufo, parecías al Pitufo Filosofo, menuda clase que te has marcado....
muy bien la vuelta a los entrenos, poco a poco, veo que tocas la pala de padel, juegas también a tenis??

Gonover dijo...

Papá Pitufo siempre supuso un reto a mi inteligencia. Bueno, en general, los pitufos en sí. Y la que más, Pitufina.... y no digo más.

Pero lo cierto, es que si te extraña que papá Pfo adquiera tales mandos por ser Papá, ¿qué decir de Gargamel? Gargamel se pasaba la vida haciendo experimentos, y ya me sé d euno que parece que lleva toda su vida haciendo experimentos.... o él mismo es un experimento.... o nosotros somos su experimento.....

stani dijo...

muy bueno, Jesús, y lo peor de todo es que no nos damos cuenta, que como dice Gonover somos parte de un experimento. Me alegro de que empieces a entrenar sin problemas, un saludo.

Jesús dijo...

Gracias Emilio. Años y sueños..

Je,je. algo de Pitufo Filosofo si ... no me acordaba yo de ese.
No juego al tenis, aunque me habría gustado. Ya me cuesta lo mío arrastrar a la gente a veces a jugar al baloncesto..mira, con gonover de vez en cuando hay unas canastas.

Pues si algo de ratones de laboratorio tenemos de algún que otro Gárgamel, o pitufo torpón, yo que se.

XARLI dijo...

Jesús, te voy a decir un par de cosas (vaya por delante la precisión de que el tono que empleo no es en absoluto amenazante, porque la expresión en otro contexto podría significar otra cosa bien distinta).
Bueno, ya puestos que sean 3:
1) la primera: ¡hola, muy buenas! (que hay que ser educado)
2) la segunda: lo de los pitufos, la analogía con los políticos y la muestra gráfica del pitufo "marinero", como ejemplo de lo que suele pasar con cualquiera de nosotros, que somos llevados por las circunstancias (o por Murphy, a saber) a nuestro máximo nivel de incompetencia, me parece un venenoso y acertado dardo en la diana de la cruda realidad. Ten cuidado, a ver si lo clavas donde no debes y te reprograman.
3) la tercera: tu entrenamiento me deja en mantillas. Yo me conformo con unos partidillos semanales de la play, ja,ja. Voy a ver si consigo un simulador de entrenamiento para preparar medias porque al ritmo que llevo no voy a estar ni para enero, como me dice mi buen amigo Stani (otro filósofo de la vida terrena y la etérea)