lunes, 29 de diciembre de 2008

Llueve.

El domingo acudí a la pista de atletismo de mi antigua Facultad. No había un alma en la zona, no solo por las fechas. También por ser domingo. También porque diluviaba.

Yo confiaba en que se abriría un claro y podría cumplir con el plan y permanecí cerca de media hora en el interior del coche aparcado junto a la pista de atletismo.

Al final la lluvia aflojó hasta convertirse en una cortinilla de llovizna muy fina.
Salí del coche, y empecé a correr.
Me sorprendió ver en la pista a otro que como yo trotaba aprovechando la tregua, y una chica, haciendo series, que daba gusto verla. Una auténtica gacela. Un veloz ejemplo de técnica de carrera.
La tregua no duró, y pronto estuvimos los tres corriendo bajo una lluvia muy intensa.
Corriendo la soledad de nuestros entrenamientos, corriendo juntos la misma pista encharcada.

El poder purificador del agua es ancestral.
Mientras me empapaba completamente, pude notar que con el agua resbalaban al suelo algunos reparos, y miedos. El primero de ellos el miedo a mojarme.
Después el reparo a que se mojara la ropa, las zapatillas. Después, conforme me iba calentando y mis pulsaciones subían, se deslizó el miedo a enfriarme.
Después fue retirándose el miedo a que volviera mi dolor de la rodilla, porque se supone que aun no estoy bien, porque quizás no debía.
Después desapareció el reparo a que con la lluvia no saliera bien el test que estaba haciendo. ¡A tomar por culo el Test! . Estaba corriendo en un gran charco de 400 metros. Fuera crono.
Dejé que la euforia tomara las riendas, y desprovisto de los miedos y reparos subí las pulsaciones hasta que me pareció. Y me sentí libre y fuerte.

Hacía tiempo que estaba ya solo en la pista, cuando me decidí a parar y volver al coche.
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Ordenando libros en mi casa, me he encontrado con esta reflexión, que quizás le interese a los que se estresan en estas fechas, o los que a veces piensan que no tienen un minuto para nada, o aquellos que piensan las metas que podrían lograr si tuvieran mas tiempo para entrenar o para otras cosas.

Algo parecido preguntó Edmundo Dantés al Abate Faria:

- Pienso en la enorme inteligencia que ha necesitado para lograr la meta que ha logrado
¿Que no hubiese hecho usted estando libre?

- Posiblemente, nada; mi cabeza se hubiera ocupado solo de futilidades. Es preciso la desgracia para descubrir ciertas minas misteriosas que encierra la inteligencia humana, hace falta la presión para que estalle la pólvora. La cautividad ha reunido sobre un determinado punto todas mis facultades dispersas; estas han chocado en un espacio reducido; y ya sabe usted, del choque de las nubes resulta la electricidad, de la electricidad el relámpago, y del relámpago la luz



---- Alejandro Dumas (El Conde de Montecristo). -----

9 comentarios:

davidiego dijo...

desde ahora veré la lluvia como purificadora, aunque cueste entrar.
bonita entrada.

Dani dijo...

Correr bajo la lluvia y tomarla como parte de ti, fundiéndote con la naturaleza, es algo que llena de verdad.

Las palabras de Dantés son un tesoro.

Gracias por este post.

Un abrazo,
Dani

Emilio dijo...

Muy bueno Jesus. Como va todo? Espero que bien tio, disfruta mucho del fin de año, descansa, entrena y que el 2009 sea perfecto para ti. Espero volver a verte por algun tri o competi pronto, un abrazo krak

Jesús dijo...

Me alegro de que os gustase la entrada.

LO de ordenar los libros de mi casa, casi siempre acaba con la tarea detenida, porque estoy metiendo la nariz en los libros "especiales", en busca de párrafos subrrayados.

Todo bien Emilio. Espero que si, que coincidamos en alguna prueba este año que viene.

Mis mejores deseos para el 2009.

Tortuga dijo...

Me alegro que te encontraras tam bien Jesus, espero verte pronto en las carreras.Por cierto la reflexion final me encanta. Un abrazo

stani dijo...

Jesús muy bonito este post, si señor! A mí también me pasó algo parecido con la lluvia, y fue un bonito entrenamiento, terminé calado hasta los huesos pero con una sonrisa rara y según Mariló estuve toda la tarde diferente, no sé, no sé,

PD. Feliz año con retraso, ya queda menos para el Titán....

XARLI dijo...

Jesús, a Stani no le hagas caso, que cuando bebe de más se transforma como los Gremlis, y es capaz de decir cosas con una audadia neuronal desacostumbrada... ja,ja.
Oye, en cuanto a lo de entrenar bajo la lluvia y sentirse feliz, ¿no te dieron ganas de ponerte a bailar como al mismísimo Gene Kelly? ... Yo, que todavía creo en el poder de las palabras, recomiendo para estos casos un artilugio al que llaman chubasquero, que es mano de santo para no mojarte...
En serio: Jesús, con estos principios, te veo triunfando este año en lo que te propongas y hasta en lo que no.

Jesús dijo...

Tortuga, Nos veremos pronto seguro.
Por cierto si no has leido el libro es muy bueno.

Stani, de este año aun no se que pruebas haré..... salvo el Titán claro. Ya sabes esa espinita...

Xarli, llevaba un artilugio supuestamente impermeable que acabó calado como todo lo demás.
Este año es para mi una incognita total. Ojala.
Y también ojalá que coincidamos en alguna.
Feliz Año!

Ahastari dijo...

Buena reflexión. Me estoy aficionando a leerte asi que no dejes de escribir. Saludos.