Esta mañana la piscina me ha resultado desconcertante.
Creía que volvía fuerte. Me sentí muy fuerte al regresar.Con agujetas en los músculos de espalda, brazos, todo el cuerpo tenso y apretado. Quizás sea eso, que los músculos pesan. El caso es que esta mañana he nadado la peor media hora en mucho tiempo, pesado, descoordinado, falto de todo.
Supongo que cogeré ritmo en los próximos días. En la medida que vuelva a recuperar las rutinas.
Han sido solo 4 días, pero unas auténticas mini vacaciones. He desconectado y he cambiado el paso, la rutina que decía antes.
Han sido 4 días de vivir al ritmo que marca la luz del día. Mas breve en invierno, mas aun en la montaña.
Días de despertar en el silencio

Subir a esquiar, o lo que sea que trato de aprender yo, y estar así todo el día, deslizando sobre el hielo y la nieve, buscando referencias sobre la pista, levantando de cuando en cuando la cabeza para buscar el horizonte.
Hablo de fijar la vista a decenas de metros, a veces kilómetros. No de posar los ojos en el teclado que está a 15 cm o en la pantalla de 19 pulgadas que está a 30 cm.
Hablo de dejar que el aire de la montaña llene los pulmones en cada respiración y de permanecer así hasta el momento en que la sombra recupere su terreno en el Valle.
Hablo de entender que ese es el momento de irse a dormir, y descansar, para volver a empezar mañana cuando brillen de nuevo las cumbres.
Es así de natural y de fácil.
Ahora en cambio, regreso a la rutina de horarios forzados, de tareas que cuestan y del desconcierto de no saber qué cosas nos hacen realmente felices.
Dejar que el aire de la montaña llene los pulmones.Soy de letras, y nunca estudié anatomía. Así que fue hace p

Muchas cosas pensamos que son mas difíciles de lo que realmente son. Habría sido mas fácil pensar en una acción positiva del músculo que negativa.
Supongo que las cosas son mas naturales. Como ese niño de unos dos años que vi deslizarse a toda velocidad por la pista perseguido por su padre. Sin problemas de un modo natural, por el mismo sitio,en el que yo freno, soy prudente, tengo miedo, y a veces pienso que no puedo bajar.
Últimamente pienso que nacemos sabiéndolo casi todo, especialmente lo que nos hace felices. Esas pequeñas cosas . Nos lleva media vida olvidarlas todas poco a poco. Y si hay suerte y llegamos a viejos en otra media vida podremos descubrirlas de nuevo.
Y encima lo llamamos sabiduría. Ironía pura.
Mejor escribir todo esto ahora que aun me acuerdo. Pronto lo olidaré y volveré a los horarios extraños, a mi micro Mundo de escritorio, a posar mi vista en pantallas, a roderame de ruido.
Y volveré a pensar que el diafragma funciona al revés y que las cosas no tienen sentido.