¿El Remedio?He vivido acostumbrado a sufrir esa pesadilla anual que era para mi la alergia al polen.
Si se hicieran clasificaciones entre los alérgicos como se hacen entre los triatletas, estaría realmente bien clasificado gracias a mis síntomas.
Después de un periódico peregrinaje entre distintos doctores, de someterme a distintos tratamientos, de casi anualmente ir a que me dieran unos doce pinchazos, como quien se toma las uvas de la suerte, solo para constatar que soy “muy alérgico a la primavera”, y habiendo probado casi todas las marcas de antiestamínicos, al final siempre vuelvo a la misma terapia del “Ajo y agua”.
En fin. En los últimos años, simplemente he vivido resignado a pasarlo muy mal el mes de mayo y evitar la vida al aire libre.
Sin embargo este año, en un reconocimiento se me recomendó la visita a un neumólogo, que empleó conmigo mil pruebas que desconocía, y otras que si eran viejas conocidas, como los “doce pinchazos de la suerte”.
Toda una tarde de pruebas, y yo reticente y desconfiado, porque no creía ya que nadie me fuera a decir nada que no supiera.
Al final de una tarde de maltrato empírico, preguntaba yo mosqueado:
- ¿Y eso para qué es?
- Esto es para que inhale unas gotas de este concentrado, y luego con esa maquina vemos como respira.
- Pero qué son las gotas.
- Concentrado de polen de gramínea.
- Pues no le veo la gracia. Me voy a poner fatal. ¿Y para que sirve?
La enfermera me da una larga explicación que puede resumirse en medir con la maquinita cuanto aire soy capaz de echar por la nariz, una vez me hayan hinchado las narices (nunca mejor dicho) a base de rociarme con polen.
Mira que esta gente debe haberlo visto ya todo.
Pues había que ver la cara de los enfermeros de susto y sorpresa al ver lo violento y exagerado de mi reacción.
En fin, que me lo pase pipa.
De la consulta salí muy perjudicado con un tratamiento mas, y otro medicamento nuevo por probar. O quizás solo tenía de nuevo el nombre ya que principios activos (inactivos mas bien) creo que los he probado ya todos.
El caso es que estamos a 13 de mayo, ha habido ya alegres días primaverales repletos de polen, y yo apenas he experimentado molestias.
No canto victoria, pero casi.
Estoy realmente esperanzado.
Tanto, tanto, que me he apuntado al Triatlón Olímpico de mi ciudad el 28 de mayo, algo que ni se me habría pasado por la cabeza, ningún otro año.