Esta edición del Titán ha sido especial para mi.
Es verdad. La primera vez que acudí a la llamada para ser Titán lo conseguí.
Fuí Titán con insensatez e ilusión. Tuvo un alto precio en sufrimiento, y también lesión, pero llegué. Superé el reto aunque no pude ver mi nombre escrito entre el resto de titanes, porque no superé el tiempo de corte de la bici.
Después de eso volví a intentarlo en el 2009. Y mi cuerpo dijo basta en las rampas del Boyar.
Por eso es el Titán. Porque es duro. Por eso decir que es un doble olímpico es insultarle.
Y quien no acuda al Titán, con respeto, allá él o ella.
El fin de semana fue intenso, por lo que trataré de solo dar unas pinceladas.
Desde el viernes compartí el ambiente con la familia del Titán, descubriendo una calidad humana por la que ya solo merece la pena acudir.
La acogida de la organización, de las gentes de Zahara y Algodonales, escuchar los proyectos de gente con ganas de cambiar el Mundo como Juan Luis Mendoza, sobre la donación de médula , y Eduardo Rangel "donando vidas", de verdad que enriquece el espíritu y abre los ojos.
El perfil del Titán |
La Virgen como testigo.
Cuando amanecí y tras compartir el desayuno en el Hotel con los compañeros del Club Triatlon Camaleón, cojo las cosas, la mochila, la bici, y me dirijo a los boxes en el pantano.
Paso por la plaza que en unas horas será la carísima Meta de los esforzados titanes, y una Gran fiesta.
Son las 8.00 de la Mañana y Junto a la Iglesia, hay un grupo numeroso de fieles, que ha sacado a la Virgen de la Iglesia.
Aprovechola coincidencia para rezar de nuevo para que nada importante le pase ni a mi ni a nadie.
(Al parecer ese fin de semana se declaraba oficialmente a la Virgen de Los Dolores patrona de Zahara)
Mis dos miedos.
Preparo los boxes muy relajado. He llegado con mucho tiempo, y puedo ir despacio como me gusta. Hablando con la gente. Retrasando el momento de ponerme el neopreno.
Cambio impresiones con amigos. Con novatos y Titanes "enganchados" como Manuel Olmo .
Estoy relajado, porque se que puedo hacerlo. Se que mi único enemigo soy yo y no controlarme, no controlar la prueba, no administrar los esfuerzos.... en resumen, dejarme llevar por la euforia y faltarle el respeto al Titán.
No temo no poder. En realidad mis miedos son dos:
1- Pasarme de intensidad y perjudicar la alimentación e hidratación. Eso me haría estar condenado a no terminar...
2- Administrar demasiado la intensidad y el esfuerzo, y no llegar al tiempode corte en la bici, que es un poco exigente para ciclistas, no muy buenos (patatillas como yo).
Para lo segundo me hice un particular rutómetro de tiempos máximos ( una chuleta que llevaba a la vista en el cuadro), basado en los datos de mi visita de entrenamiento de julio.
Para lo primero, me apunté en dicha "chuleta" la rutina de bebida y comida y fui super estricto, además de ser muy conservador.
Lleve un ritmo moderado porque lo importante era llegar a correr sin "petar" en el Boyar.
Natación.
Fue un poco agobiante al principio pero cuando me centré y relajé, empecé a disfrtutar. Como siempre se me hizo larga la primera vuelta y corta y fácil la segunda.
Tenía idea de salir en 38 min y salí en 38:30, así que bien.
Bici.
Super concentrado en las rutinas, en mi chuleta, en el pulso... todo medido, contado y pesado.
Pero no me olvidé de disfrutar las vistas subiendo Las Palomas y a todo aquel que me adelantaba, se lo recordaba, y le decía "Mira que gozada"
Al coronar Las Palomas, le gano ya 10 min al tiempo límite. Y sin forzar. Muy bien.
Descenso precavido. Al paso por Grazalema veo a mis padres animándome.
Estoy contento. Todo va bien.
Los kilómetros hasta el Bosque pasan rápidos, y cuando llego, le he ganado otros 10 minutos al tiempo de corte.
Un colchón de 20 minutos. Puedo subir El Boyar sin pensar en el cronometro.
Durante la subida, me encuentro con el amigo Mariano, y a él como a todos los que me cruzo, les tranquilizo con el tiempo de corte.
Vamos bien.... relajaros.
En esta larga subida, empiezo a sudar mucho, y beber menos.
Cuando corono Las Palomas por última vez, me dejo llevar por la euforia, y me lanzo al descenso sin beber....
Error. Como dije antes, dejarse llevar por la euforia, no respetar al Titán, es el principio del Fin.
Carrera.
Llego a la transición con ese comódo colchón sobre el tiempo de corte, y lo mejor es que he regulado muy bien, y tengo fuerza en las piernas para los 21 kms
Salgo a correr a buen ritmo, y me engancho a Mariano, que lleva un ritmo que me viene muy bien.
Pero sigo sin prestar atención al calor, a lo mucho que estoy sudando, y lo poco que he bebido en las últimas 2 horas.
En Algodonales, sobre el km 9 llega el enemigo de siempre. Estómago se cierra, y naúseas, por la deshidratación, geles, etc.
Toca alternar la carrera con alguna subida andando.
Me alcanza sobre el km 12 mi compañera Cristina. Impresionante su debut en esta prueba, saliendo además de una lesión.
Sus ánimos, su conversación, me hicieron correr de nuevo, bueno trotar. A mi y mas de uno que arrastraba los pies por la carretera y que con su ejemplo, y varias "consignas" que lanzaba motivaba a mas de uno a reiniciar el trote.
Así llegamos hasta la entrada de Zahara. Ya solo queda la subida a la plaza, la temible cuesta, ese kilómetro terrible...
En este punto me ha alcanzado Jose (su primer Titán), y por otro lado he dado alcance a Mariano (otra vez, lo llevo viendo desde Villaluenga).
Al fin |
Así que los tres juntos recorremos ese último km, y compartimos una entrada en Meta, muy emotiva.
Cruzo la meta entre las felicitaciones de mis compañeros y de mis padres. SOY TITÁN.
EPÍLOGO.
Es para mi una prueba muy muy especial.
Cualquiera que sienta que el triatlón está perdiendo su interés, su carácter épico. Que se está desvirtuando con drafting, marcas, dineros, intereses....
Cualquiera que piense que la esencia del triatlón se está perdiendo.
Que acuda a Zahara de la Sierra. Al Titán Sierra de Cádiz, y se reencontrará con un Triatlón en estado puro. Conectado con la esencia de este deporte, y con la magia de un entorno muy especial.
Mientras la gente del Titán los organizadores, los voluntarios maravillosos y los que me dejo nos sigan mimando así a los titanes y regalando esta prueba, seguiremos enganchados.
Cruzo la meta entre las felicitaciones de mis compañeros y de mis padres. SOY TITÁN.
EPÍLOGO.
Es para mi una prueba muy muy especial.
Cualquiera que sienta que el triatlón está perdiendo su interés, su carácter épico. Que se está desvirtuando con drafting, marcas, dineros, intereses....
Cualquiera que piense que la esencia del triatlón se está perdiendo.
Que acuda a Zahara de la Sierra. Al Titán Sierra de Cádiz, y se reencontrará con un Triatlón en estado puro. Conectado con la esencia de este deporte, y con la magia de un entorno muy especial.
Mientras la gente del Titán los organizadores, los voluntarios maravillosos y los que me dejo nos sigan mimando así a los titanes y regalando esta prueba, seguiremos enganchados.