sábado, 27 de noviembre de 2010

Vivir despacio.

Una frase de Monserrat Caballé, que se me quedó “Trabajo deprisa para vivir despacio”.
Está muy bien.
Pero no me sale. Ya está. No me sale y punto.

Pero bueno, hoy sábado he madrugado. Así al menos hoy podré vivir despacio. Y me ha funcionado, he podido pensar en algunas cosas. Como mi cumpleaños del sábado pasado. He pensado en toda la genté que me felicitó, y en el buen rato que pasé con mi familia, con mi novia. Fue un buen día. No he podido pensar demasiado en ello hasta hoy, porque siempre tengo la cabeza en otras cosas y los pies corriendo de un lado a otro. Así que haciendo una metáfora algo “gore”, se podría decir que vivo desmembrado con la cabeza en un sitio, los pies en otros, y los ojos que van a lo suyo (esto último lo aprovechan bien los magos y trileros).
Pero bueno, al menos tengo mis momentos, de juntar las piezas y volver a la calma.

Y volviendo a mi cumpleaños tuve la suerte de compartirlo con gente a la que quiero y que me quieren. Toda una suerte.
En fin que después de pensarlo un ratito me viene otra frase a la cabeza que leí en el Blog de Davidiego. “Qué suerte que justo a mi me haya tocado ser yo”.

Disfruté de una riquísima tarta. No os hacéis idea de lo buena que estaba.
También hubo regalos.
Como se que a vosotros os interesa lo que os interesa, solo os voy a hablar de uno de ello. Un Gran regalo. Un mp3 acuático para hace mas llevaderas las largas sesiones de piscina.
Cuando lleguen claro, porque de momento estoy yendo lo justo.

Lo he probado y es estupendo.
Os iba a poner una foto mía con el gorro, las gafas, las pinzas y tal. Pero a vosotros os llega la imaginación, y a mi el sentido del ridículo.
Se coloca el aparatín entre la mejilla y la oreja, y suena divinamente.

Lo he cargado de música. Y es estupendo. Las sensaciones, ¿como explicarlo? Por ejemplo, pongamos que estoy escuchando algo de Lady Gaga, mientras nado un crol suave:
Chof…. Chof…. AlejaaaaAaandro….. Chas… Chof… FernaaaaAaando……Chof.. Chas… Splash…
Y todo esto con una calidad estupenda, es como nadar en una mar de sirenas esperando que me llamen por mi nombre.
Aunque si se me apareciera esta sirena en mi piscina, llevaría un glamuroso modelo confeccionado con sardinas y boquerones, y a modo de tocado una sepia.

Es un regalo estupendo, de verdad.
Mi novia que fue quien me lo regaló, no digo a cambio, porque los regalos no son a cambio de nada, pero digamos que espera de mi, que a partir de diciembre literalmente "deje de ser Ironman y me haga Iceman".
Esto da mucho miedo viniendo de alguien con la peligrosa adicción de triturar todo el hielo que cae en sus manos para mezclarlo con ron kachaza, hierba buena, y tal.
Y aun dejando a parte el riesgo de ser canibalizado por una deboradora de mojitos, está el riesgo que supone en si mismo irse a un sitio tela de frío a dejarse caer por una pendiente helada sobre unas tablas. Ya os contaré.

PD. Estoy empezaaaando a entrenar.

martes, 16 de noviembre de 2010

Loco.

Cada año he sentido la necesidad de volver a entrenar, porque no quería volverme loco.

Tengo que correr, pensaba, si no quiero volverme loco.

Sin embargo, la verdad es que quiero volverme loco, nada me gustaría tanto como volverme loco realmente pero me temo estar lejos de poder volverme loco.

¡Quiero volverme loco de una vez! No solo quiero tener miedo de volverme loco, quiero volverme loco de una vez.

Pero estoy lejos de eso. Supongo que porque nadie se vuelve realmente loco, si acaso se decide a manifestar su locura, hacer exhibición de ella. Y normalmente lo hace de un modo inapropiado. Por eso se suele decir que Fulano se volvió loco, que suena bastante peor y mas grave que decir de alguien que, simplemente está loco.

Parece que estar loco, por ser un permanecer en su locura habitual fuera algo saludable.Y en cambio volverse loco, un cambio indeseable y nocivo.
No hay peligro. Pero nada me gustaría tanto como volverme loco realmente.

Así que si alguien me ve correr a las 6.30 de la mañana, o madrugar los domingos para pelarme de frío en la bici, o bien, un buen día cargarme de equipaje y viajar a algún lugar para recorrer 226 Km en menos de 16 horas. No debe extrañarse. Siempre desee volverme loco.

-Tri Variaciones mentales sobre un texto de Thomas Bernhard (que seguramente estaba loco). -

domingo, 7 de noviembre de 2010

¡Luces!


Hace poco que cambiamos el horario, para adaptar nuestra jornada a las horas de Luz que van menguando.

Se nos oscurecen las jornadas.

A mi en particular, la falta de sol me apaga como si yo funcionase a base de células fotovoltaícas, cuando en realidad es conocido que funciono a base de imponentes desayunos.

En pocos días lo que ahora es solo un poco de mal humor, acabará degenerando en una casi-depresión.
Todos los años me pasa.

Hay quien señala, que es solo porque cumplo años este mes y que eso me deprime.
Que va. Ni siquiera estoy muy seguro de cuantos cumplo.
Además cuantos más años cumpla mas cerca estoy de ser el veterano mejor clasificado de un Ironman, de tener descuentos importantes en hoteles y transportes, de colarme en la cola de los supermercados, poniendo cara de viejecito que no se entera.... y un montón de planes que tengo para hacer cuando sea mayor.

No, no es que vaya a ser pronto mi cumpleaños. Es que es noviembre. ¡Que feo tú!
Lo que hasta ahora era una rareza mía me encuentro que es bastante habitual. Emilio, reflexionaba el otro día sobre lo mismo- de hecho puede decirse que le he copiado el asunto de la entrada - y todos los comentarios eran para darle la razón.
Un asco de mes.

Pero bueno, yo lo que necesito es argumentos en contra, que si no, no hay manera de motivarse.

Así que después de una pequeña búsqueda...

¡Celebramos el Diwali!

¡Ole, ole, y ole! Viva el Diwali.

No soy Hindu, pero en España es costumbre adoptar como propias las costumbres ajenas, por la multiculturalidad, nuestra mentalidad abierta, y sobre todo por amor a los fiestorros.

Diwali es una alegre fiesta hindú que celebra el triunfo del bien sobre el mal e ilumina las casas y los corazones de todos los que participan de esperanza para el nuevo año.
Ahí es nada.

Cinco días de fiesta, de compartir alegrías con la familia, de luces, de encender velas (Diyas) para indicar victoria personal del bien sobre el mal y el retorno de la fe
Días de fuegos artificiales, oración y la música.

Esto es otra cosa. ¡Alegría!

Para algunos, su origen está en adorar a la diosa de la fuerza, la Madre Kali, que nos permita quizás superar grandes retos triatléticos.
Es un tiempo para purificar la casa, el alma de unos, y celebrar una cosecha abundante.

Que no, que no soy hindú, pero un poco de Diwali ¿por qué no?

Bueno no me enrollo mas, que por aquí han decidido que es tiempo de purificar la casa, concretamente el Trastero, que por lo visto “está lleno de mierdas”.

NOTA triatlética. Estoy empezando ya a moverme, algunas carreritas, retorno a la piscina. Vamos arrancando, y mi pulsómetro me chiva lo fatal que ando de forma.