Regreso a Alanis.


Pues parece que al final haré el Triatlón por equipos de Alanis.
Espero pasarlo bien, y de paso ver que tal ando de forma.

Yo conocí ya ese pueblo una vez en el 2005 de manera casual. Mas bien accidental.

Bueno, os la cuento.
Fui con un par de amigos un sábado a hacer una marcha de unos 24 km, con destino a San Nicolas y al Cerro de Hierro. Por lo visto el paraje cuenta con unas bonitas vistas.

Llegamos al punto de partida de nuestra marcha, sobre las 11 de la mañana. Nuestro guía (uno de estos dos amigos), decía haber hecho la ruta varias veces, y conocerla bien. Así que le dimos el mando de la expedición, y el único mapa que alguien acertó a imprimir de internet, y que era una auténtica basura con apenas cuatro referencias.



Iniciamos animosos la marcha por el sendero. "Es fácil", nos decía, "solo hay que caminar hasta la vía del tren, y después seguirla, y llegamos a San Nicolas".Un calor de espanto, pero anduvimos a paso rápido, amenizando el camino este amigo con sus anécdotas de su etapa de Boy Scout. Llegamos a la vía, y seguimos su trayecto, largo rato. Y el sol. Y kilómetros.

Yo no me atrevía a interrumpir a nuestro animoso guía, pero me inquietaba el hecho de que siendo aun temprano, y cuando se suponía, que según el super mapa, San Nicolás estaba al Este, a pesar de esto, caminábamos con la sombra proyectada delante nuestra desde hacía horas.El sentido común me decía que debíamos tener el sol de cara, y la sombra detrás. Pero no dije nada.


Por otro lado, uno de esos momentos de estupidez que le poseen a uno cuando llena una mochila a las 8 de la mañana, me había llevado a decidirme, por mis zapatillasde deporte favoritas. Unas que no me ponía desde hace años, desgastadas, viejas, rígidas. Eso si: mis zapatillas de la suerte.Pues en aquel momento me cagaba en ellas y en mi sombra, esa que llevaba siempre delante de mis doloridos pies.

Ya caminábamos en silencio. Silencio tenso. Debíamos haber llegado hace rato. Solo cuando la vía cruzó por fin la carretera, supimos donde estábamos.A unos 25 Km del coche. Daba igual por donde. Tanto si tirábamos para Alanis, como si volvíamos.Eso calculamos.
Cuando la cagas una vez, suele ser mejor no tomar mas decisiones. Porque a esas alturas, está claro que no es tu día, nuestro día.


Pues bien, cagada en cadena. Decidimos volver por Alanis, por ver paisaje distinto de vuelta.
Y vaya, si era distinto. Unas cuestas de espanto, con un sol del mediodía terrible.


El resto de la tortura no la cuento, pero mis viejas zapatillas, quemaron mis pies durante 10 horasde marcha (solo paramos a comer 15 minutos). Llegamos casi de noche.Pasé tanto calor, que cuando hice la cuenta había bebido unos 4 litros de agua.

Llegado a casa cogí mapas de verdad y esta fue mi conclusión (ver imagen): ¡Casi 50 Km de marcha !

Espero no perderme este fin de semana.