Déjame verlo.
Vivimos en la era audiovisual. Perogrullada mayúscula.
Los hombres que la vivimos no somos muy diferentes de los de antes, ni nuestras vivencias, ni nuestros problemas, ni nuestras experiencias. Nada nuevo bajo el sol, que se suele decir.
No hay historias muy nuevas, pero si el modo de contarlas. La elocuencia, de un buen orador da solidez a una historia. Mas firme se vuelve si se escribe, que casi hace falta un plus de fuerza en una opinión contraria para rebatir lo que se encuentra fijado por escrito.
Pero aun mas sólida e inatacable se vuelve una versión de los hechos cuando se apoya en imágenes, o mejor aun, en documentos audiovisuales.
¡Que desastre, para la fantasía, la fabulación!, ¡que ruina para los contadores de historias!.
La sospecha expectante sobre sus artísticas mentiras, se vuelve ahora certeza de falsedad por la ausencia de pruebas.
Historias y leyendas, urbanas o no, que pierden vida poco a poco, en la misma medida en que tendemos a documentar la vida a cada paso. Que no dejamos de fotografiar ni lo mas mínimo que nos sorprenda, convencidos, o bien de nuestra incapacidad de explicarlo a los demás, o bien de la falta de credibilidad de nuestra palabra sin mas.
Empezamos por extinguir a los trovadores, con libros y ahora decimos adiós, a los cuentistas cotidianos de hoy con archivos jpg , avi, mpg. Y las historias mueren, se muere el Big Foot, el Monstruo del Lago Ness. Y en el mejor de los casos sustituidos por un pié de foto. La leyenda muere. Nace la realidad virtual, y sólida.
Hoy un individuo ha aparecido en Mijas diciendo que ha visto
un gran felino negro, como una pantera. Hace años habría sido víctima del pitorreo general, y despedido de la oficina de denuncias de la comisaría, con palmaditas en la espalda y comentarios jocosos.
Sin embargo hoy, todo el mundo cuenta con un móvil capaz de hacer fotos, videos y mil cosas más. Así que por culpa de una foto de móvil las vacaciones en la costa Marbellí se le han acabado al felino.
Hoy día el capitán Ahab, puede mostrar a Moby Dick, a cualquiera que lo requiera, puede enseñarla, o colgar su video en You Tube.
Pues eso. El "si no lo veo, no lo creo", si no eres capaz de enseñármelo no vale nada. Y claro, si todo se graba, se imprime, y se exhibe, si se hace con un monólogo feminista, una fiesta del colegio, una broma, una mirada clandestina, una paliza a un compañero, la última trastada de mi perro, o mil cosas mas, pues llegados a esto, no debería sorprenderme encontrar en youtube videos de casi todas las pruebas de triatlón de por aquí.
Esto mata un poco al cuenta cuentos, pero siempre habrá gente que quiera leer una historia, o incluso escucharla.
Ahí os pongo un video del Triatlón Olímpico de Sevilla. De los del C Natación Córdoba.
Yo no salgo. Tendréis que creerme si os digo que yo estuve allí.
Ironman St. George 70.3 Sufferfest
Hace 6 años
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