Titán: perdida una buena oportunidad.

Creo que voy a decepcionar un poco con el resultado y con la crónica.
Ni el resultado es el que esperaba, ni la crónica, va a ser bonita.
Sabéis por el post anterior, que no iba con ánimo para disfrutar.Pero aun así ese paisaje de la Sierrra de Cádiz te sobrecoge, te transforma.
Sinceramente. Cuando tomé la salida, solo tenía en mente el Titán y nada mas.Poco antes me había encontrado con Stani en los boxes, justo en el mismo momento en que descubrí que me dejé los bidones y la comida en el coche.Y ya iba un poco justo de tiempo. Así que atacao corrí al coche sin cruzar apenas unas palabras con él.

Se dio la salida, y busqué un ritmo cómodo y zonas sin tráfico. Cada vez me cuesta mas nadar solo en los triatlones, pero es por una razón muy sencilla. Cada vez nado mejor.Ahora me suelo situar en la cola del pelotón mas grande.Tengo tres opciones: Empeorar y nadar otra vez menos acompañado, o bien mejorar mucho mucho y batirme el cobre con los primeros.
La última opción es ajo y agua. Evitar patadas y codazos.
El caso es que nado cómodo, salvo unos 300 metros que nadé con un tío rascándome persistentemente la planta de los pies en cada brazada.
- Tío o me pasas, o te quedas detrás , pero déjame ya en paz. Parecía que quería sacarme de quicio.
Sigo sufirendo a los "torpedos locos". Es gente que nada mucho mas rápido que yo, pero están ciegos. No miran para donde van, y me cruzan por delante continuamente.Los dejas detrás, y de nuevo aceleran y cruzan otra vez. Como los petardos esos que cambian de trayectoria.Si nadaran recto saldrían mucho antes.
Salgo del agua mejorando mi tiempo del año pasado, mas de 8 minutos. SIn ir a tope.
Hice una transición muy muy lenta, y subí las Palomas muy bien, bajando también el tiempo del año pasado, y coronando el puerto muy cerca del compañero Rafa, que yo sabía era una buena referencia pues haría poco mas de 7 horas.
Comí lo planeado, y lo iba asimilando muy bien. Un par de barritas, una de ellas de las muy gordas, algunos dátiles. HAsta que llegando al Bosque, probé otro gel esta vez disuelto en agua.
En entrenamientos los geles entran mas o menos, pero en carrera está claro que no.
Estómago cerrado, se convierte en una cantimplora que acumula agua pero no se vacía.Y sin agua en el cuerpo llegan los calambres, y me tengo que bajar de la bici vomitando, poco antes de llegar al alto del Boyar.Se acabó. Estómago fuera de servicio otra vez.
POr mi parte se acabaron las mierdas esas. Las odio. Aunque tenga que colgarme un bocadillo de chope de la bici.
El año pasado terminé el Titán fuera de tiempo aunque fui mal preparado y este yendo bien, me tengo que quedar sin cruzar la meta.
Llego a duras penas a los boxes, bajando de la bici varias veces en Las Palomitas, con la boca y la garganta muy secas, y el estómago del revés. Allí en los boxes veo muy desanimado a Emilio, con el que coincidí en algunos puntos entre Villaluenga y El Bosque.A él le ha pasado lo mismo. Algo le sentó mal, y ha tenido que abandonar, después echarlo todo en el Boyar.
Lo habremos dejado bonito entre los dos.

Mi chica, y mis amigos Carlos y Cristina, estuvieron ayudándome en todo momento. Que lujazo tener un coche dándome ánimos todo el Boyar. Lo mejor una vez mas, la sierra y la compañía. No solo de los mencionados, sino también de la gente del club y sus familias.

No puedo dejar de mencionar a la gente que se vuelca con la prueba. Los voluntarios me empujaban con sus ánimos. Me sigue resultando increible que animen con esa intensidad, a los que estamos siendo derrotados por el Titán.

Pondré alguna foto pronto.