Igual,
pero distinto.
Es
la conclusión. Si miro a la clasificación, o al cronómetro, parece
que he llegado al resultado de siempre con unos discretísimos tiempos, y una discretísima clasificación.
Mi
entrenamiento para esta prueba, era creía yo bastante bueno. No iba
desentrenado como al ICAN de Marbella el año pasado. Tampoco iba tan
bien entrenado como al Trisur de Octubre. Y sin embargo el resultado
en las 3 ha sido semejante.
Ahora bien, si se miran los detalles, he llegado por un camino distinto.
Es del único modo que puedo explicar estar satisfecho, con un resultado tan tan discreto. Por no decir pobre.
El
matiz es el sufrimiento y las consecuencias finales han sido
por fin las que quiero.
Por
eso mi satisfacción a pesar de haber hecho la natación mas mala de
los últimos años, y una bici también bastante mala.
Nadé
buscando hacerlo lo mas solo posible, prácticamente por el centro de
la dársena, haciendo mas metros que los demás, pero nadando solo, y
solo peleándome en los atascos del giro de vuelta y Meta.
Hice
una transición terriblemente lenta, por mi dificultad para
deshacerme del neopreno. Además el chip se enganchó y no me dejaba
liberar la pierna izquierda.
En
la bici, la ida muy tranquilo, a mi ritmo y disffrutando. Muy atento
a comer y beber, llego al avituallamiento anunciado de Las Pajanosas,
y no veo a nadie (dicen que había voluntarios con bidones, pero no
los vi, ni yo ni muchos otros).
Sigo con el bidón vacío, deseando encontrar el
avituallamiento, en cada curva. Nada. Tengo sed. Empiezo a cabrearme.
No voy a dejar, que nadie juegue con mi salud.
Lo tengo muy claro, si
la organización no cumple, yo no tengo porqué respetar los puntos
de avituallamiento ( mas si no existen).
Foto: Robmamely |
Me
paro en la Venta El Alto, junto a unos Jueces, y les digo, que
necesito agua. No puedo ir así. Así que cargo el bidón en el Bar,
y sigo para cuesta de las Baterías.
Tres
tragos de agua, y recupero el buen rollo. Subo la cuesta de Las
Baterías, muy bien, me siento a gusto en la bici. Luego la Media
Fanega. También a buen ritmo.
Toca
regreso, teóricamente todo cuesta abajo dirección Sevilla, pero por un camino que no
conozco. Al final resulta ser un circuito muy bonito, pero un poco
desmoralizante, ya que durante unos 20 kms es, un sube-baja, de bajar dos escalones y subir uno.
Y después de eso 20 últimos kms
de llano, con fuerte viento en contra, de acoplarse y sufrir.
Ahí
tuve un pequeño bajón, y es que he llegado muy justo de kms de bici, pero en general llego a la
transición, contento por haber comido y bebido correctamente.
Me
siento fuerte para correr, pero soy muy prudente. Empiezo tranquilo,
con idea de ir subiendo.
El
calor es fortísimo, mucho mas de lo que esperaba todo el mundo. Se
preveían 22º, y llegamos a los 32º. Un día genial para olvidarme
de la gorra.
Bebo
bien en el primer avituallamiento, pero cuando llego al segundo y no
queda agua, estallo, con un cabreo enorme, que reprimo en seguida,
porque las pobres voluntarias, se creían que iba con ellas. Y todo
lo contrario. Se desvivieron por atender a los triatletas.
Otra
vez camino de la deshidratación. Decido que voy a correr solo hasta
el km 5. Si allí no hay agua, andaré hasta la meta. Pero había
agua. Bebí, y me atreví con un poco de gel. Y volví a correr.
Hasta
el km 10 A buen ritmo. Me encuentro con muchos compañeros camaleones por el camino. Saludo. Estoy contento. Mi entrenador, me acompaña un momento corriendo, me pregunta y me anima. Dice que voy con muy buen ritmo.
Acabo
la primera vuelta, y corro casi 300 m extra, porque no había nadie
para indicar el punto de giro, y yo iba derechito a Meta. Nada, pues
Marcha atrás.
Segunda
vuelta, sigo bebiendo, todo lo que puedo. El calor es insoportable.
Tengo la cabeza como una parrilla. Y me dejé la gorra.
Aun
así me mantengo de buen humor, y estoy disfrutando. Quizás llegue
corriendo hasta el final.
Pero
no. En el km 14 se me acaba la pila. He bebido muy poco con un calor enorme.
Empiezo a sentir náuseas, y
hasta mareo. Hasta aquí hemos llegado. Que pena. Tan cerca. Solo
quedan 5 kms.
Pero
tengo que hacerlos andando/corriendo. Tengo y QUIERO. Lo tengo
clarísimo, no voy a pasar los límites esta vez. No me merece la pena. No
quiero volver a estar lo malísimo que estuve en el Trisur de
octubre.
Así
que solo cuando se pasan un poco las naúseas a los 20 minutos de andar,
me permito poner un trote mínimo, casi arrastrando los pies, para
entrar así en Meta.
Algo trastornado, pero disfrutando y fisicamente muy bien. En solo un rato estoy recuperado, bebiendo y comiendo (de lo que me traje de mi casa, claro).
Y ya van 9 Media distancia, que es como se llama ahora al Medio Ironman. Por cierto, entrada 226 de este Blog. Yo creo que es una señal ;)
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