XX Triatlón de Posadas Califas de Hierro- Campeonato de Andalucía de Triatlón.
El triatlón más duro que he hecho hasta el momento, y seguramente el mas bonito.
Es mi segundo olímpico, después de Sevilla, el año pasado. Y la ola de calor que tenemos estos días en Andalucía, lo ha convertido en un suplicio.
De nuevo ha habido una gran participación de nuestro club, creo que éramos 9.
Llegamos un poco justo de tiempo a Posadas, y colocamos rápido los dorsales, para poder dejar nuestras bicis a que las subieran rápido a Hornachuelos, a los boxes de la primera transición.
Con las prisas hago un lío fenomenal con el dorsal de la bici, que una vez mal puesto apaño en un nudo imposible. Que desastre.
Javi, se reía de que siempre me pasen este tipo de cosas. A veces, pienso que mi subconsciente me obliga a hacerlas, para tener algo que contar aquí.
Después de preparar convenientemente los boxes, nos ponemos el neopreno y a calentar. Como si no estuviera ya caliente el ambiente, todos enfundados en el neopreno, con un sol que a las 10.20, hora de la salida, daba ya mucho calor.
La natación en el pantano, muy bien. Acabé contento, porque esta vez si me ha salido una natación de acuerdo con mis posibilidades, con los tiempos de mis entrenamientos. Algo patateros, pero mis tiempos. Así que satisfecho.
Es la primera prueba en la que uso el neopreno, así que fui un poco lento en la transición. No tuve ningún problema en sentarme en el suelo para quitármelo. Peor sería caerme de morros.
Y luego la bici. Bonita y dura.
Yo creía que sería el mismo recorrido que el año pasado, pero no. Nada mas salir, los jueces me gritan: “ ¿A donde vas??” Por aquí” Y me indican que cruce al otro lado del embalse, y ¡caramba! Una cuesta arriba. Esto no estaba en el guión.
Me pilla tan de sorpresa, que me obceco en mantener la rueda de los que llevo cerca, con el plato grande. Total, pienso, será una repecho cortito.
¡Eh! ¡Despierta! Estás en Sierra Morena. Nos son cuestas: Son montañas. Vale, no muy grandes, pero montañas.
Cuando los que persigo, son ya solo unos lejanos puntitos de colores, es cuando se me ocurre meter el plato pequeño. Globero forever. En solitario otra vez. Es mi sino.
Poco después me coge un precioso grupo de 6 triatletas, al que me incorporo, para estar de nuevo en la gloria. Los dos mas fuertes se mosquean un poco de que no les demos relevos, así que cumplí con dos pequeños relevos de vergüenza torera, que me quedaban grandes.
¡Joé! Si soy un matao.
Efectivamente cuando nos obligan a todos a dar algún relevo tienen la poca vergüenza de dar un par de palos y marcharse. Yo me resistí al primer palo, ahí, a rueda. Les quería decir: Si yo no molesto, me quedo aquí detrás calladito y acoplado. Pero nada, no me quieren, y al segundo palo me quedo.
Otra vez solo, y esta vez si, para el resto de la carrera, salvo en la subida a Hornachuelos (km30) que enganché otro grupo que medio aguanté hasta el final.
Acabo la bici tan satisfecho como la natación: También aquí he rendido de acuerdo con mi estado de forma y las circunstancias.
Y llega la carrera. Transición rápida (no parecía mía), y después, el infierno.
Tras un primer kilómetro rápido, siguiendo la estela de una de las campeonas femeninas, que ya acababa su última vuelta (cada cual elige las liebres que le son mas agradables a la vista), tras beber agua y tomar un gel, me entra flato, pierdo la respiración, y poco después del km 3, tengo que parar. Hago el resto de la prueba, alternando carreras y paseos, bajo un sol inhumano.
La culpa: ¿el calor? ¿tomé poca agua? ¿tomé tarde el gel? ¿Fue acertado correr 1 km detrás de un culo -con perdón- que iba a 3 min/km?
El caso: La primera vez que he tenido que andar en una prueba. No me pasó ni siquiera en el Maratón. Incluso hubo un momento, solo un segundo en que pensé en retirarme. La primera vez también que esa idea me cruza la cabeza.
La gorra salvadora. Solo quedan 3 Km, y los compañeros animan. Alberto me insiste gritando varias veces en que me ponga su gorra. Al final le hago caso y, podrá parecer una idiotez, solo unos momentos después soy capaz de correr otra vez. Ahora no alterno trote cochinero con paseos. Ahora corro continuo.
Termino el gel que tenía, y consigo poco después, cruzar la meta corriendo. ¡La gorra mágica!
Estoy contento aunque no saliera del todo bien, porque he llegado al final otra vez, en una prueba durísima y muy bella, con una organización que merece un 10, con un pueblo que se vuelca en animar y ayudar a los participantes. Una maravilla todo, menos ese maldito calor.
Me tienen ganado.
Niños que se desviven, por darte una botella o una esponja, adultos que no paran de animar. Es emocionante.Y lo mejor de todo, es que las perspectivas de futuro son buenas. Eso se ve en la cara de ilusión de los niños.
Al final de la prueba, cuando estaba desecho, apoyado en una valla, se me acerca un grupo de niños de unos 10 años, y con la admiración y el respeto pintados en la cara, y me preguntaron que qué tal había quedado. Les dije que no sabía, que ya saldrían las clasificaciones.Y entonces me contestan: "Seguro que bien, seguro que eres de los buenos" Y me dan la mano antes de irse, sin que les llegue a explicar lo "paquetillo" que soy.Este triatlon es bueno, porque tiene todos los ingredientes, y seguirá siendo bueno mientras continúe la ilusión de sus gentes.
Bueno y los compañeros del club han cuajado unos tiempos magníficos. Vaya cracks.
Mi tiempo total 2 horas 51 min (me quedo con los 30 min de la natación).
El triatlón más duro que he hecho hasta el momento, y seguramente el mas bonito.
Es mi segundo olímpico, después de Sevilla, el año pasado. Y la ola de calor que tenemos estos días en Andalucía, lo ha convertido en un suplicio.
De nuevo ha habido una gran participación de nuestro club, creo que éramos 9.
Llegamos un poco justo de tiempo a Posadas, y colocamos rápido los dorsales, para poder dejar nuestras bicis a que las subieran rápido a Hornachuelos, a los boxes de la primera transición.
Con las prisas hago un lío fenomenal con el dorsal de la bici, que una vez mal puesto apaño en un nudo imposible. Que desastre.
Javi, se reía de que siempre me pasen este tipo de cosas. A veces, pienso que mi subconsciente me obliga a hacerlas, para tener algo que contar aquí.
Después de preparar convenientemente los boxes, nos ponemos el neopreno y a calentar. Como si no estuviera ya caliente el ambiente, todos enfundados en el neopreno, con un sol que a las 10.20, hora de la salida, daba ya mucho calor.
La natación en el pantano, muy bien. Acabé contento, porque esta vez si me ha salido una natación de acuerdo con mis posibilidades, con los tiempos de mis entrenamientos. Algo patateros, pero mis tiempos. Así que satisfecho.
Es la primera prueba en la que uso el neopreno, así que fui un poco lento en la transición. No tuve ningún problema en sentarme en el suelo para quitármelo. Peor sería caerme de morros.
Y luego la bici. Bonita y dura.
Yo creía que sería el mismo recorrido que el año pasado, pero no. Nada mas salir, los jueces me gritan: “ ¿A donde vas??” Por aquí” Y me indican que cruce al otro lado del embalse, y ¡caramba! Una cuesta arriba. Esto no estaba en el guión.
Me pilla tan de sorpresa, que me obceco en mantener la rueda de los que llevo cerca, con el plato grande. Total, pienso, será una repecho cortito.
¡Eh! ¡Despierta! Estás en Sierra Morena. Nos son cuestas: Son montañas. Vale, no muy grandes, pero montañas.
Cuando los que persigo, son ya solo unos lejanos puntitos de colores, es cuando se me ocurre meter el plato pequeño. Globero forever. En solitario otra vez. Es mi sino.
Poco después me coge un precioso grupo de 6 triatletas, al que me incorporo, para estar de nuevo en la gloria. Los dos mas fuertes se mosquean un poco de que no les demos relevos, así que cumplí con dos pequeños relevos de vergüenza torera, que me quedaban grandes.
¡Joé! Si soy un matao.
Efectivamente cuando nos obligan a todos a dar algún relevo tienen la poca vergüenza de dar un par de palos y marcharse. Yo me resistí al primer palo, ahí, a rueda. Les quería decir: Si yo no molesto, me quedo aquí detrás calladito y acoplado. Pero nada, no me quieren, y al segundo palo me quedo.
Otra vez solo, y esta vez si, para el resto de la carrera, salvo en la subida a Hornachuelos (km30) que enganché otro grupo que medio aguanté hasta el final.
Acabo la bici tan satisfecho como la natación: También aquí he rendido de acuerdo con mi estado de forma y las circunstancias.
Y llega la carrera. Transición rápida (no parecía mía), y después, el infierno.
Tras un primer kilómetro rápido, siguiendo la estela de una de las campeonas femeninas, que ya acababa su última vuelta (cada cual elige las liebres que le son mas agradables a la vista), tras beber agua y tomar un gel, me entra flato, pierdo la respiración, y poco después del km 3, tengo que parar. Hago el resto de la prueba, alternando carreras y paseos, bajo un sol inhumano.
La culpa: ¿el calor? ¿tomé poca agua? ¿tomé tarde el gel? ¿Fue acertado correr 1 km detrás de un culo -con perdón- que iba a 3 min/km?
El caso: La primera vez que he tenido que andar en una prueba. No me pasó ni siquiera en el Maratón. Incluso hubo un momento, solo un segundo en que pensé en retirarme. La primera vez también que esa idea me cruza la cabeza.
La gorra salvadora. Solo quedan 3 Km, y los compañeros animan. Alberto me insiste gritando varias veces en que me ponga su gorra. Al final le hago caso y, podrá parecer una idiotez, solo unos momentos después soy capaz de correr otra vez. Ahora no alterno trote cochinero con paseos. Ahora corro continuo.
Termino el gel que tenía, y consigo poco después, cruzar la meta corriendo. ¡La gorra mágica!
Estoy contento aunque no saliera del todo bien, porque he llegado al final otra vez, en una prueba durísima y muy bella, con una organización que merece un 10, con un pueblo que se vuelca en animar y ayudar a los participantes. Una maravilla todo, menos ese maldito calor.
Me tienen ganado.
Niños que se desviven, por darte una botella o una esponja, adultos que no paran de animar. Es emocionante.Y lo mejor de todo, es que las perspectivas de futuro son buenas. Eso se ve en la cara de ilusión de los niños.
Al final de la prueba, cuando estaba desecho, apoyado en una valla, se me acerca un grupo de niños de unos 10 años, y con la admiración y el respeto pintados en la cara, y me preguntaron que qué tal había quedado. Les dije que no sabía, que ya saldrían las clasificaciones.Y entonces me contestan: "Seguro que bien, seguro que eres de los buenos" Y me dan la mano antes de irse, sin que les llegue a explicar lo "paquetillo" que soy.Este triatlon es bueno, porque tiene todos los ingredientes, y seguirá siendo bueno mientras continúe la ilusión de sus gentes.
Bueno y los compañeros del club han cuajado unos tiempos magníficos. Vaya cracks.
Mi tiempo total 2 horas 51 min (me quedo con los 30 min de la natación).
8 comentarios:
Enhorabuena campeón, sólo así se consigue experiencia, pero que no te quepa duda que la decisión más acertada fue ir durante un kilómetro detrás de ese culo, jodeer porqué no aguantaste otro más?
Enhorabuena Jesus. Fue muy duro y solo el hecho de acabarlo nos da el titulo de Califa.Espero verte pronto por otro, animo¡¡
buena crónica tio, y lo de la gorra está claro, el menda la lleva siempre (no está la cosa como para pasar de ella) muchisima agua en cada esquina que bueno...
la pena, no poder saludarte... nos cruzariamos bastante pero ... para otra será, saludos y enhorabuena
Eso digo yo Stani, por qué no aguanté otro Km detrás.
La verdad, es que poco a poco, aprendo cosas: Empezaré a usar gorra, tomaré mas en serio la hidratación antes de la prueba, los geles están para tomarlos durante la prueba, no al final... y algunas mas.
Emilio, igualmente. Si que fue duro. Enhorabuena especialmente por haber hecho este, que es un poco el tuyo, el de tu tierra.
Miguel Angel, al final no pudo ser. Llevaba apuntados los dorsales de Emilio y tuyo, para saludaros, y al final perrdñi el papel, y solo me acordaba del nº de Emilio. Ya nos veresmos en otra.
La gorra fijo. Eso no me vuelve a fallar.
Enhorabuena Jesus, a veces toca sufrir, pero bueno, asi es este deporte, lo importante, es que una vez mas, cruzaste la meta. Enhorabuena.
FELICIDADES :) estás ya como una moto para Vitoria, me vas a quitar las pegatinas en Vitoria.
Venga que estamos ya ;)
Todos nos desmotivamos cuando perdemos una chica. El corazón no funciona igual cuando la pierdes. Por otro lado, lo de la gorra tiene sentido. Yo nunca las usaba,... hasta ahora, que entreno a las 14h, con Fuel Belt y gorrilla. ¡Menudo CV te estás labrando!
Gracias Carlos, la verdad es que a veces toca sufrir. Mira no hay mal que por bien no venga: estos dos primeros triatlones, al menos han servido para que mejore mi forma, y encuentre un tono que me faltaba.
Urre, como te comenté lo de quitar pegatinas me parece que va a ser que no. Y menos con 80 Km de bici en Vitoria.
Ramón, pues eso aprendiendo de los errores. A partir de ahora, a poco que haga sol, no me va a faltar la gorra.
La semana que viene añado a mi curriculum ese el doble olímpico de Vitoria. A ver que pasa.
Ahora estoy haciéndome a la idea de nadar 3000 m.
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