Estos días se puede decir que estoy empezando a entrenar.
Ayer eché unos números, calendario en mano, y me he dado cuenta que hay que ponerse ya para llegar al Triatlón de Elche en condiciones y sin prisas ni atracones de kms.
El caso es que ayer estaba cansado, pero mi agenda decía que debía ir, por mucho frío que hiciera y cansancio que tuviera, tocaba meterme una buena sesión de piscina.
En mi piscina nadamos más o menos siempre los mismos cuatro personajes disfrazados con los habituales, gorros gafas, tubos, aletas, flotadores, y demás cachibaches.
La verdad es que si no es porque a veces los veo fuera del agua no sabría QUIEN ES QUIEN.
Yo mismo parezco un marciano, con mis pinzas en la nariz y el nuevo mp3.
Bueno, pues acababa de empezar a nadar, cuando entraron tres nadadores desconocidos.
Uno de ellos ejercía claramente de entrenador sobre los otros dos.
La verdad es que uno a fuerza de nadar solo, se vuelve un poco huraño, y la inesperada visita de los extraños me incomodó un poco. La habitual calma de mi piscina apenas la alteran los nadadores habituales, que suelen ser muy tranquilitos, y algunos bastantes mayores. Y ahora me venían estos tres (dos chicos y una chica), a pasarme por encima y a agitar el agua de mi pacífica piscina.
La sorpresa empezó a ser más de mi gusto, cuando descubrí que la chica, era una gran triatleta, que yo ya conocía por haber coincidido alguna vez con ella: Nieves Infante .
Intercambié un par de palabras con Nieves, y en seguida empezamos todos a entrenar, de modo que yo estaba flanqueado por Nieves, y por el chaval con gorro blanco, mientras el entrenador daba algunos consejos en la calle mas alejada.
La sensación de nadar con gente que si sabe nadar bien fue contradictoria. Por un lado estimulante, y por otro frustrante, cuando veía lo bien que nadaba Nieves, y sobre todo como el chavalito del gorro blanco, nadando suave, me sacaba metros y metros, de tal modo que al final pude saber que en el tiempo que yo nadé unos
El caso es que termino mi entrenamiento casi a la vez que ellos y antes de irme, le pregunto al que ejercía como entrenador, si ellos dos eran también triatletas como Nieves.
Y justo ahí me enteré de quien era el chaval del gorro blanco que nadaba como un delfín.
Voy a dejar que lo adivineis: Es triatleta, triple campeón del Mundo, y su nombre empieza por Javier y acaba por Gomez Noya.
De modo que de una supuesta visita incómoda pasó a una bastante agradable y me fui a casa habiendo conocido y entrenado con el Campeón del Mundo.
Ahí es nada. Por cierto un tío muy agradable, así como su entrenador.
11 comentarios:
A ella no la conozco personalmente pero de el doy fe de que es un tio muuuuuuuuuuuuuuuuyyy sano y muuuuuuuuuuuuuuuuuy grande en todos los sentidos
http://aistartiotriatleta.blogspot.com/2008/06/la-resaca-de-vigo.html
Por lo demas animo, yo deberia empezar tambien para Elche, a ver si mi cintilla me deja...un abrazo amigo y fuerza
me pasa lo mismo, de no reconocer de civil a aquellos que he frecuentado tanto en la piscina o la carretera.
Es que mi gordi es el mejor!!!! No puedo decir otra cosa.... EL MEJOR!!!!
el sábado te veo en Zgz!!! Besitos
Pues si que lo es. Tuve una conversación corta pero me pareció buena gente.
¡No me acordaba de esas fotos!
Ya podía haberme hecho yo alguna.
Ve sobre seguro. Espero que te deje la cintilla y que te vea en Elche disfrutando. Un abrazo.
Davidiego: Y es que estamos tan cambiados cuando nos disfrazamos.... de gente normal.
María besos pronto.
La verdad Jesús... que sacaba un poco de contexto. De pronto en tu piscina aparacemos los 3... sobre todo él, es un poco de película!!
A mi me pasaba lo mismo. Su visita aquí fue porque seguramente entrene aquí en febrero, entre Sevilla y Punta Umbría. Y el otro chico, no era más que su entrenador :)
La verdad, que yo también quedé fascinada de su personalidad. Deberíamos de codearnos a diario muchas veces con gente de este tipo, para saber, de quién nos rodeamos, verdad?
Me alegro que pasaras un buen entreno, yo también lo tuve... ojalá fuesen muchos más así jejejje.
Un abrazo Jesús.
Jó! que suerte tienes. Por aquí estuvo el año pasado durante una semana y por casualidad coincidió con un amigo que estuvo haciendo de Cicerone en la bici durante tres salidas, que suerte eh?.... 2.400, pues no está mal....
PD. Xarli también está entrenando,no digo nada para Elche.jajaj.
Jesús, hubiera molado más que cuando te dijo que era Gómez Noya hubieras preguntado que quien era, jaja. También le podrías haber comentado que tienes una foto de él saliendo de boxes detrás de tu amigo Xarli en Fte. Alamo... jaja.
Weno, ¿que la foto estaba trucada? ¡vale! También hay por ahí presuntamente galgos que corren más pinchados que un toro de lidia cuando le toca matar a Curro Romero desde lejos, y yo no digo ná.
En cuanto a lo de que estoy entrenando para Elche, amigo Jesús, que sepas que Stani es un optimista. Los tengo engañados. Salgo un día a pie, me dejo ver y están acobardados, temiendo que un día este globero les pueda dar un susto. Pero tranquis, aironmanes, que uno, que ha hecho la mili y tó, sabe respetar el escalafón.
Pues si Nieves. Además un día que no me apetecía nada ir a la piscina.
Fue una buena sorpresa, y mira por lo que dices lo mismo nos lo vemos por aquí... aunque en bici, no creo que yo pueda acompañarle ni aunque vaya de paseo.
Stani, lo que decía a Nieves. Que menos mal que fue en la piscina. Que si es en bici y tengo que hacer de cicerona como tu amigo le tengo que señalar la ruta en un mapa y decirle, "tu tira que yo ya si eso ya...."
Xarli, te juro que me acordé de tu foto que estaba muy bien trucada por cierto.
Bueno Xarli no se yo si creerte, pero lo importante es que el entrenamiento nos llegué para disfrutar de la cervecita y el plazo de paella en la Meta. Que bien que volvamos a encontrarnos por allí.
eres un afortunado, Jesús.
no todo el mundo puede decir que ha compartido metros de pisci con semejantes máquinas. Y no me refiero solo al gran Noya.
Si que es verdad Mildo. Toda una suerte, ... aunque interrumpieran la habitual tranquilidad de mi piscina ;)
Buah, que pasada Jesús. Yo entrené con él en unas actividades que hizo en Valencia y todavía lo estoy flipando. Todo un gustazo el poder nadar junto a tal campeón. Me alegro de la sorpresa. Saludos.
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